La inteligencia artificial robótica es uno de los grandes desafíos del mundo tecnológico actual. Si todo va como auguran los expertos, también será uno de los grandes desafíos de las sociedades futuras. Y no hablamos de ciencia ficción, estamos refiriéndonos a una realidad que ya ha comenzado y cuyo punto culminante está, como quien dice, a la vuelta de la esquina.
Los robots y la inteligencia artificial robótica, responsables de la cuarta revolución industrial
Hace unos años que se viene hablando de la integración a gran escala de la robótica en el mundo de la empresa y la industria. También de la posibilidad inmediata de que los robots sustituyan la fuerza de trabajo humana. Al menos en su mayor parte. A este cambio se le denomina la cuarta revolución industrial. No obstante, no están muy claros aún los efectos que tendría sobre las sociedades humanas. Nos referimos tanto a los países desarrollados como de aquellos en vías de desarrollo.
Dentro de estos robots de trabajo la inteligencia artificial robótica es un punto clave a destacar. Porque no son simples aparatos que ejerzan un trabajo mecánico. Pueden sustituir a un tipo de trabajadores más cualificados, mejor preparados y que hasta ahora no veían peligrar su futuro laboral. Y pueden ejercer su labor en ámbitos tan diferentes más allá de la industria que podrían formar parte activa de prácticamente todos los estratos de la sociedad.
La inteligencia artificial robótica relegará a muchas profesiones dejándolas obsoletas de aquí a pocos años. No solo a las profesiones manuales y repetitivas como las cadenas de montaje industriales. Dependientes, guías turísticos, cobradores de supermercado… pero también profesores o servicios de atención técnica, entre centenares más, serán profesiones que podrán ser ejercidas por aparatos dotados de inteligencia artificial robótica.
El desafío para la sociedad será grande para adaptarse a los cambios estructurales. Estos se dan por la irrupción masiva ocasionada por la inteligencia artificial robótica.
Los principales desafíos de una sociedad altamente robotizada
Cambios en las profesiones actuales y futuras
Parece claro que mientras algunas profesiones están abocadas a la desaparición, la robótica en general y la inteligencia artificial en particular precisarán del nacimiento de profesiones nuevas. Algunas ya emergentes en la actualidad. En los primeros años de cambios drásticos, estos puede generar muchos problemas. Puede dejar a una parte de las sociedades, principalmente entre la masa obrera, en un limbo o en un punto de exclusión social importante. Deberán empezar a tomarse medidas para que este cambio no sea dramático para ellos.
Existen profesiones altamente demandadas y muy bien pagadas relacionadas con el ámbito de la inteligencia artificial robótica. La empresa privada está pagando sueldos astronómicos a los principales expertos en la materia. Hace unos meses la Universidad de Stanford, cuya sección de robótica está considerada una de las mejores del mundo, se quedó sin profesores en algunos ámbitos ya que todos fueron fichados por grandes empresas con contratos blindados.
A día de hoy, parece que solo las profesiones directamente relacionadas con la robótica y las meramente artísticas y creativas estarían a salvo de la desaparición.

La aplicación de la inteligencia artificial precisará del nacimiento de nuevas especialidades profesionales
Sueldos y pensiones
Si la fuerza de trabajo robótica sustituye a la fuerza de trabajo humana, ¿de qué vivirán las personas? ¿Y quién pagará las pensiones de los trabajadores jubilados? ¿Podría una gran masa trabajadora acabar pasando hambre o mendigando ayuda a una sociedad de robots? ¿Es pura ciencia ficción imaginarse una escena propia de Oliver Twist en el S. XXI y rodeados de robots humanoides? ¿O una manifestación obrera no contra el capital, sino contra la robótica?
No es un problema menor. Ya hay voces reconocidas como la de Bill Gates que señalan la necesidad de establecer unas normas cuanto antes. Se intenta que esto no derive en graves problemas sociales y personales. Entre las posibles soluciones, el pago de un impuesto por robot de trabajo (esté o no dotado de inteligencia artificial) que pague las pensiones. Y, quizá, una renta de inserción global que permita mantenerse a los trabajadores sustituidos por robots.
Por el momento, los gobiernos no se pronuncian al respecto. Y las grandes corporaciones industriales no parecen especialmente interesadas en promover que lo hagan. Al fin y al cabo, en teoría, sus beneficios se incrementarían ahorrándose muchos sueldos e impuestos. En la realidad está aún por ver qué ocurrirá.
La adaptación global a una sociedad diferente
Los cambios estructurales en una sociedad pueden generar muchos conflictos y problemas durante el tiempo de adaptación a los mismos. No solo por protestas de los trabajadores sustituidos. Incluso si estos recibieran una compensación económica, ¿está la sociedad actual preparada para una gran masa de humanos ociosos? ¿Crecerían como dicen algunos el vicio, la degradación y las adicciones? ¿O como dicen otros se caminaría a una sociedad más feliz, desestresada y libre de algunas preocupaciones y obligaciones diarias?
Son muchas las preguntas que formularse y pocas las respuestas certeras de las que disponemos a día de hoy.
El día a día de los humanos
Una sociedad en la que inteligencia artificial robótica formara parte de modo integral, vería modificado su día a día de manera drástica. Es uno de los desafíos que esta implica y para los que hay que comenzar a prepararse. Cuestiones aparentemente tan sencillas como que un robot dotado de IA sustituya a un profesor humano, puede cambiar la percepción de los pequeños sobre la propia inteligencia suya y de sus progenitores o adultos cercanos.
Está por ver cómo podría ser el día a día de esa sociedad. ¿Qué diferencias habría entre quienes trabajasen en el campo de la inteligencia artificial robótica y entre quienes no tendrían que trabajar para sobrevivir? ¿Serían los primeros esclavos de los segundos o por contra superiores a ellos? ¿Generaría esto conflictos sociales o de clase graves?
Son preguntas que se deberían comenzar a afrontar antes de que la inteligencia artificial robótica, ya una realidad, forme realmente parte de nuestro día a día.

Todo robot dotado de inteligencia artificial puede propiciar que sustituya a un sujeto humano en su actividad
La cuestión ética respecto a la inteligencia artificial robótica
No son pocos los expertos en ética y tecnología que abogan por comenzar a asentar las bases y normas necesarias para un futuro que podría llegar a estar dominado por la inteligencia artificial robótica. Cuestiones como hasta qué punto las sociedades humanas van a permitir que un sistema dotado de IA tome decisiones de forma autónoma son de una gran relevancia. De ellas depende, dicen algunos expertos, que el ser humano siga siendo lo que es y no se vea abocado somo si de una obra de ciencia ficción apocalíptica se tratara, a ser un esclavo en manos de una fuerza superior.
La comprensión de las emociones por parte de los robots
Los últimos avances en tecnología e inteligencia artificial robótica van encaminados a dotar de comprensión de las emociones a estos robots. Pero aún está por comprobar cómo afectará esto a los mismos. Existen dudas sobre si los desequilibrará o si sufrirán problemáticas propias del ser humano como la depresión o la apatía. O si podrán ser manipulados emocionalmente por personas ajenas a su programación. Las dudas son grandes y los desafíos en este ámbito concreto de la IA también lo son.
Desafíos jurídicos
¿Qué estatus tendrán los sistemas de inteligencia artificial robótica? Actualmente están considerados cosas, pero si ejercen ciertas funciones en la sociedad, como trabajos que requieran de una responsabilidad, ¿lo seguirán siendo? Por ejemplo, si un robot dotado de IA de vigilancia agrediese a una humano o lo matase creyendo que iba a robar en el lugar que está encargado de vigilar, ¿la responsabilidad de la muerte sería de la máquina, de su diseñador o de su fabricante, del azar, de nadie…? Y no hablamos únicamente de responsabilidad desde un punto de vista ético, en este caso nos referimos a responsabilidad penal.
La interacción entre robots dotados de inteligencia artificial y los seres humanos

Los sistemas de inteligencia artificial robótica deberían limitarse con responsabilidades éticas y penales
Otra de las grandes dudas y principales desafíos de la futura, parece que será la interacción diaria entre sistemas de inteligencia artificial robótica y los seres humanos. Los estatus sociales por definir o la posible subordinación entre unos y otros (y no sabemos quién ocuparía en realidad el punto alto y quién el inferior respecto a él), son solo algunas de las problemáticas derivadas de la interacción entre ambos.
¿Existirá el compadreo, la comprensión humana hacia estos sistemas o un rencor de clase que genere conflictos sociales entre humanos y robots o entre humanos que aboguen por la robótica y quienes quieran limitarla o prescindir de ella? Una vez más, son muchas las dudas y pocas las certezas.
Parece que no habrá que esperar demasiados años para comenzar a tener respuestas reales para estas preguntas. Los desafíos de una nueva sociedad en la que la inteligencia artificial robótica sea parte importante del día a día, tendrán que irse resolviendo de forma paulatina y sin mucha demora. Cuanto antes comencemos a comprenderlo y a trabajar sobre ello, más sencilla será la transición y la adaptación a esta nueva sociedad que se vislumbra en el horizonte.
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